EL PRINCIPITO
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame
y lo aprendo.
Benjamín Franklin (1706-1790)7
De niña soñaba ser como el principito
bueno en realidad una princesa (Ya que este libro fue uno de los que leí
primero en la corta vida que tengo). Vivir en un asteroide quizá en la luna o
en cualquier lugar desconocido era lo que soñaba, tener mis volcanes, mis
juguetes y todo lo que se me ocurriera o
como el decía pelear contra los que sea y cuidar de mi rosa. Quizá no anhelaba
tanto lo de hacer las preguntas "tontas" porque ya las hacía (y aún
las hago en muchas ocasiones). Lo cierto es que, como alguien dijo por ahí,
nuestra misión es ir detrás de nuestros sueños nunca abandonarlos y tener
siempre fijo nuestro objetivo ya que con
el podremos seguir el mejor camino aunque se presenten muchas adversidades.
Este libro nos muestra una historia muy loca,
imaginativa y realmente creativa que nos relata de
una forma muy sencilla los valores más
esenciales del ser humano: solidaridad, bondad, tenacidad, compañerismo y
entusiasmo. También que cada niño tiene un mundo totalmente diferente y por
ello pregunta miles de cosas y exige tantas repuestas que no se puede contestar
todo y responder todo en el momento.
Toda esta travesía inicia cuando por
accidente quedan varados en el desierto del Sahara al realizar un vuelo desde París
a Saigón, procurando llegar en el menor tiempo posible para ganar un premio. Si
bien sobrevivió al accidente, el junto a su navegador quedaron deshidratados
durante cuatro días, hasta que los encontraron y los llevaron a salvando. Y
este es precisamente el inicio de este libro, una persona que tras sufrir un
accidente y quedarse en medio del desierto, se topa con el pequeño principito
dando comienzo a toda la historia.
Después de haber conocido al principito se da
cuenta que los adultos llegan a complicarse la existencia de la vida pensando
que todo está bien o lo que la gente
diga y que solo ellos pueden hacerlo de la forma más correcta y sin error alguno, ya que ellos son los
grandes y tienen experiencia; pero esto
es realmente una tontería porque cualquier persona de cualquier edad te puede
enseñar miles de cosas, aunque si las personas mayores tiene más experiencia
pero esto no limita a nadie de ser criticado o limitado por querer romper con
los paradigmas de la vida.
En esta novela el narrador trata de remarcar las
acciones que cualquier persona puede tener siendo grande o pequeño eso no tiene
nada que ver, lo único importante es aprender de las demás personas y valorarlo
a lo largo de la vida.
Debemos tener en cuenta que los niños son
personitas que tienen una imaginación sorprendente en donde no se complican la
vida por ningún motivo lo único que desean es aprender.
El principito es un niño que tenía una diferente
percepción de la vida por el simple hecho que él es de “otro mundo” y lo único que buscaba era las respuestas a
las miles de preguntas que tenía en su pequeña cabeza como la de cualquier
personita de hoy en día.
Debemos de tomar en cuenta que los niños eso
buscan; repuestas a todas las interrogantes de la vida, nosotros como guías que
seremos para ellos, no podemos dejarlos con dudas, si no por el contrario
ayudarlos para que tengan un pleno desarrollo y no se les trunque ninguna
situación o simplemente se trastornen se traumen y no vuelvan a intentar hacer lo
que tenían en mente, ya que los niños están en una continua formación y hasta
nosotros como futuros maestros sabemos que nunca se dejara de aprender sino por
el contrario estamos abiertos a cualquier observación para propiciar una mejora
mayor.
El
mejor ejemplo de esta historia es el suicidio del principito, convencido de que
la muerte es el único medio para regresar a su hogar y cuidar de su flor. Es
una real enseñanza todo tiene un principio y un final y lo mejor es saber
aceptarlo, como el otro final del principito, en el que sabia el punto exacto
de su caída, bajo su estrella y lo mejor se ha complementado el aprendizaje del
principito en la búsqueda del otro, puesto que ha hecho dos verdaderos amigos,
el zorro y el aviador. El don de la amistad: llega al otro, a través de la
captación de su esencia que es la meta del principito, por la simple enseñanza
tan sublime del zorro domesticado, quien no presenta astucia alguna sino una
inteligencia afectiva, sincera y leal, que le menciona: lo esencial en la vida
es invisible a los ojos de cualquier persona y solo puede verse con los ojos del corazón.
Amigos
verdaderos los conoces en el transcurso de la vida y estos pueden ser las
personas menos esperadas, el saber que no estás solo es lo mejor de la
existencia, tu imaginación el mejor acompañante y el aprender la mejor
enseñanza de vida. Teniendo en cuenta que “No por miedo a errar vas dejar de
jugar”.