jueves, 18 de octubre de 2012


EL PRINCIPITO
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
Benjamín Franklin (1706-1790)7

De niña soñaba ser como el principito bueno en realidad una princesa (Ya que este libro fue uno de los que leí primero en la corta vida que tengo). Vivir en un asteroide quizá en la luna o en cualquier lugar desconocido era lo que soñaba, tener mis volcanes, mis juguetes  y todo lo que se me ocurriera o como el decía pelear contra los que sea y cuidar de mi rosa. Quizá no anhelaba tanto lo de hacer las preguntas "tontas" porque ya las hacía (y aún las hago en muchas ocasiones). Lo cierto es que, como alguien dijo por ahí, nuestra misión es ir detrás de nuestros sueños nunca abandonarlos y tener siempre fijo nuestro objetivo  ya que con el podremos seguir el mejor camino aunque se presenten muchas adversidades.
Este libro nos muestra una historia muy loca, imaginativa y realmente creativa que nos relata de una forma  muy sencilla los valores más esenciales del ser humano: solidaridad, bondad, tenacidad, compañerismo y entusiasmo. También que cada niño tiene un mundo totalmente diferente y por ello pregunta miles de cosas y exige tantas repuestas que no se puede contestar todo y responder todo en el momento.
Toda esta travesía inicia cuando por accidente quedan varados en el desierto del Sahara al realizar un vuelo desde París a Saigón, procurando llegar en el menor tiempo posible para ganar un premio. Si bien sobrevivió al accidente, el junto a su navegador quedaron deshidratados durante cuatro días, hasta que los encontraron y los llevaron a salvando. Y este es precisamente el inicio de este libro, una persona que tras sufrir un accidente y quedarse en medio del desierto, se topa con el pequeño principito dando comienzo a toda la historia.
Después de haber conocido al principito se da cuenta que los adultos llegan a complicarse la existencia de la vida pensando que todo está bien  o lo que la gente diga y que solo ellos pueden hacerlo de la forma más correcta  y sin error alguno, ya que ellos son los grandes y  tienen experiencia; pero esto es realmente una tontería porque cualquier persona de cualquier edad te puede enseñar miles de cosas, aunque si las personas mayores tiene más experiencia pero esto no limita a nadie de ser criticado o limitado por querer romper con los paradigmas de la vida.
En esta novela el narrador trata de remarcar las acciones que cualquier persona puede tener siendo grande o pequeño eso no tiene nada que ver, lo único importante es aprender de las demás personas y valorarlo a lo largo de la vida.
Debemos tener en cuenta que los niños son personitas que tienen una imaginación sorprendente en donde no se complican la vida por ningún motivo lo único que desean es aprender.
El principito es un niño que tenía una diferente percepción de la vida por el simple hecho que él es de “otro mundo”  y lo único que buscaba era las respuestas a las miles de preguntas que tenía en su pequeña cabeza como la de cualquier personita de hoy en día. 
Debemos de tomar en cuenta que los niños eso buscan; repuestas a todas las interrogantes de la vida, nosotros como guías que seremos para ellos, no podemos dejarlos con dudas, si no por el contrario ayudarlos para que tengan un pleno desarrollo y no se les trunque ninguna situación o simplemente se trastornen se traumen y no vuelvan a intentar hacer lo que tenían en mente, ya que los niños están en una continua formación y hasta nosotros como futuros maestros sabemos que nunca se dejara de aprender sino por el contrario estamos abiertos a cualquier observación para propiciar una mejora mayor.
 El mejor ejemplo de esta historia es el suicidio del principito, convencido de que la muerte es el único medio para regresar a su hogar y cuidar de su flor. Es una real enseñanza todo tiene un principio y un final y lo mejor es saber aceptarlo, como el otro final del principito, en el que sabia el punto exacto de su caída, bajo su estrella y lo mejor se ha complementado el aprendizaje del principito en la búsqueda del otro, puesto que ha hecho dos verdaderos amigos, el zorro y el aviador. El don de la amistad: llega al otro, a través de la captación de su esencia que es la meta del principito, por la simple enseñanza tan sublime del zorro domesticado, quien no presenta astucia alguna sino una inteligencia afectiva, sincera y leal, que le menciona: lo esencial en la vida es invisible a los ojos de cualquier persona y  solo puede verse con los ojos del corazón.
Amigos verdaderos los conoces en el transcurso de la vida y estos pueden ser las personas menos esperadas, el saber que no estás solo es lo mejor de la existencia, tu imaginación el mejor acompañante y el aprender la mejor enseñanza de vida. Teniendo en cuenta que “No por miedo a errar vas dejar de jugar”.

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